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miércoles, 3 de octubre de 2018

Postmodern Jukebox ¿los conoces?

Siempre resulta gratificante conocer nuevos proyectos musicales liderados por verdaderos artistas, capaces de aportar algo nuevo y de buena calidad al panorama musical. Internet nos permite conocer aquellos grupos y proyectos cuya repercusión otrora no pasaría de la local, fomentando una explosión de artistas independientes que, gracias a la red de redes, sacan adelante sus proyectos y se abren paso por sí mismos en el difícil mercado de la música.

Postmodern Jukebox es un proyecto cuya filosofía básica consiste en hacer versiones de grandes temas actuales (y no tan actuales) con estilos más antiguos que van desde el swing hasta el góspel, pasando por el jazz o el rocanrol. En muchas ocasiones consiguen hacer versiones que realmente sorprenden y enganchan, siempre con la ayuda de diversos colaboradores que tanto en la voz como en los instrumentos (a veces ambos a la vez) hacen las delicias de un público cada vez más numeroso.

Os dejo una selección de algunos ejemplos y os invito a que exploréis su canal para ver si hay alguna versión de vuestra canción o artista favorito. Por último, y para aquellos a los que os guste, podéis gozar de su música en directo el 13 de noviembre de 2018 en Madrid (Sala La Riviera), y el 14 en Barcelona (Sala RazzMatazz).  

Que los disfrutéis!


martes, 4 de septiembre de 2018

Soy un loco paranóico

Definitivamente, si no me he vuelto loco poco me falta. Se me ha metido en la mollera la estúpida idea de que los superricos se han aliado y han diseñado una estrategia para, en unas pocas generaciones, acabar con el resto de la gente: los pobres, los casi pobres, la clase obrera, la clase media... los que no son superricos, vamos, y quedarse con el planeta para ellos solos. Si no acabar con todos, al menos sí con la mayoría, haciendo que sólo sobrevivan los más fuertes que, en este mundo, significa los que posean más riqueza, en una especie de ejecución de la teoría del Darwinismo social.

Todo vino de una frase que dijo un tal Warren Buffett (que en su casa lo conocerán) que decía algo así como "Hay una lucha de clases, de acuerdo, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra, y vamos ganando."

Un tío que no conoce nadie suelta una estupidez así en un panfleto de idioteces para bobos, y a mí se me ocurre montarme toda una puta película en mi desquiciado cerebro sobre una superconspiración para acabar con la mayor parte de la humanidad porque a estos superricos les jode la idea de compartir el planeta con el resto de la paupérrima población mundial.

Y todo porque esa supuesta frase, como un germen contagioso, ha empezado a crear un par de ideas (por ahora) igualmente absurdas, si no la superan. A saber:

- Que si los superricos son conscientes del cambio climático y que se debe, en líneas generales, a que somos demasiados soltando basura y contaminación al medio ambiente, por lo que aquí sobra bastante gente, por no decir la mayoría.
- Que si, a este ritmo de crecimiento, en pocas décadas llegaremos a los 10.000 millones de personas, y que ese crecimiento es exponencial y virtualmente infinito, pero estamos en un planeta finito con recursos limitados que ya está dando claros síntomas de estar hasta los huevos (u ovarios, que dicen que la Tierra es madre de la vida y se llama Gaia), por lo que se impone una urgente purga poblacional.

Y claro, ya tenemos el móvil de la maldita guerra supersecreta que han montado los superricos para desahacerse de nosotros y, matando dos pájaros de un tiro, incrementar aún más sus beneficios en el proceso. ¿Cómo? Pues si no teníais claro lo loco y paranoide que estoy, ahora no os va a caber ninguna duda. Aquí tenéis la lista de ideas que, en plan obsesivo, han asaltado mi calenturienta mente para "explicar" cómo los superricos están acabando con nosotros en pocas generaciones.

- Industria alimentaria. Un pilar de un sector muy importante de las grandes corporaciones. Están intentando hacer comida cada vez más sabrosa, cada vez más barata y más perjudicial para nuestra salud. El veneno ideal. Sobre todo por lo sabrosa y barata porque picamos el anzuelo como bobos y cada vez comemos más alimentos procesados, que son más baratos y fáciles y rápidos de comer, y que poco a poco nos van minando la salud, provocando problemas cardíacos, de sobrepeso, diabetes o incluso algunos tipos de cánceres. De paso, ellos se forran. Menuda estupidez.

- Mercado laboral. Resulta que la la crisis económica no es algo que nos haya pasado sino que ha sido el gran engaño para convertir empleo digno con el que podías comprarte una casa y formar una familia de varios hijos y mandarlos a la universidad en empleo basura y que, tras casi un siglo, vuelva a haber gente con trabajo que no sale de pobre (pobre de verdad) y no puede comprarse una casa y, ni mucho menos, plantearse traer hijos a este superpoblado y sobreexplotado mundo. Con la excusa de ser cada vez más competitivos, nos obligan poco a poco a echar cada vez más horas cobrando menos (o cobrando lo mismo, mientras los precios suben como putos cohetes), lo que aumenta drásticamente sus beneficios y, por otro lado, nos provoca más estrés y problemas de salud y nos impide disponer de tiempo y dinero para hacer otras cosas, como por ejemplo, hacer deporte y cuidarse, descansar, informarnos y poder contrastar esa información, poder tener un hogar propio o plantearse un proyecto de familia con hijos. De esta manera, haciendo que dispongamos de menos tiempo y, sobre todo, dinero, nos impiden algo muy importante en las siguientes generaciones: reproducirnos, con lo que en poco menos de un siglo conseguirán que la población de pobres haya descendido drásticamente y, en definitiva, la población global. ¿No os parece una idea demencial? Menuda paranoia tengo en lo alto.

- Educación. Esta es la carambola conspiranoica que se me ha colado dentro del cráneo: como los superricos están muy ligados a los políticos y los influencian para que gobiernen y legislen según sus intereses (aunque es algo que no tiene ningún fundamento, el concepto ya existe como plutocracia), los manejan para empobrecer la educación pública, recortando gastos y socavando poco a poco su sistema educativo. "¿Y para qué harían eso, loco imbécil?" os estaréis preguntando. Ojo a las justificaciones y explicaciones que inventa mi mente: para que la gente que no puede costearse una buena educación sea cada vez menos crítica con el sistema y menos consciente de realidades como esta. Que sea incapaz de relacionar la situación económica, política, social, medioambiental y que, apesebrados, se vayan muriendo quejándose poco o, como mucho, quejándose de los otros aún más pobres que ellos que vienen a "robarle" su puto mendrugo de pan. ¿Creéis que aquí terminan mis delirios? Pues no.

- Sanidad. Pues algo parecido a la educación: recortes en la sanidad pública a través de las influencias en el sistema político para empeorar cada vez más la eficacia del sistema sanitario público (al que podemos acceder los pobres) y sean menos capaces de salvarnos la vida o hacer que vivamos más tiempo. Es decir, dinamitar el sistema sanitario público para que nos muramos cuanto antes mejor, porque lo de matarnos directamente podría hacer saltar la liebre (menos en países como Yemen, Siria, Pakistán u otros países en África, ahí le da igual a la opinión pública). No nos olvidemos de la industria farmacéutica a la que no solo le conviene guardar en un cajón bajo llave aquellos medicamentos que curan permanentemente para que duremos menos, sino porque un enfermo curado es un cliente menos, por lo que dan vía libre a los medicamentos que no curan pero van sobrellevando nuestros males hasta que no aguantamos más y nos vamos a echar la gran siesta al patio de los callados.

- Desarollo de la IA. Se están invirtiendo miles de millones de dólares en desarrollar la Inteligencia Artificial y crear sistemas autónomos para hacer absolutamente de todo. Ya hay centros logísticos de Amazon en la que una gran parte del trabajo está prácticamente automatizado y las necesidades de trabajadores humanos son mínimas. En China han avanzado en esa misma línea dejando atrás a Amazon, incluso Noruega ha firmado un acuerdo para usar robots en su servicio postal y no debemos olvidarnos de los coches y camiones autónomos, que mandarán al paro a miles de camioneros y taxistas. Es una tendencia que empieza por combinar humanos y robots dentro de almacenes, fábricas, servicios e incluso la producción agrícola para, poco a poco, ir introduciendo más robots y contratando menos trabajadores humanos. En la revolución industrial ya se vio parte del inicio de este proceso, afianzándose en el siglo XX con la revolución tecnológica. A poco de entrar en la tercera década del s. XXI, la tendencia de robotización del trabajo resulta más que evidente. Y es una tendencia que afecta directamente al empleo (a menos que nos convirtamos todos en técnicos en robótica), más allá de políticas laborales de uno u otro partido. Esto hará que cada vez más gente no tenga un sitio en el que trabajar y ganarse el sustento porque las máquinas lo harán más barato, más rápido y mejor. Otra forma más de hacer que nos muramos nosotros solos, que es más sutil y políticamente correcto que matarnos de una bomba o un tiro en la sien.

- Epidemias. Gripe A, ébola, sida, tuberculosis... A este saco de fantasías e ideas sin fundamento que tengo por cabeza le ha dado por imaginar que muchas de las pandemias de las últimas décadas son ensayos de laboratorio para una futura epidemia global (o varias, que es que somos muchos) que acabe con una gran parte de la humanidad, a ser posible, pobres. Pueden ser enfermedades nuevas pero también otras versiones de las ya controladas. De repente se me viene a la mente algún tipo de pandemia cuya vacuna sea bastante cara, lo que haría de filtro para llevarse por delante a todo aquel que no pueda pagarla.  El caso es ir aligerando el planeta de gente como sea, pero sin dejar rastro. Pero claro, antes de sacar una superepidemia de los laboratorios que ellos manejan, tendrán que acabar con los sistemas sanitarios públicos para que los pobres no podamos hacer frente a ella y sean los superricos los que sobrevivan.

Menuda película me he montado yo sólo. Una estrategia, un supuesto plan maestro con distintas y paralelas líneas de actuación con el propósito de controlar la sobreexplotación del planeta exterminando a gran parte de la humanidad, empezando por los más pobres, y además lucrarse en el proceso. Y todo por la frase de un desgraciado sin credibilidad alguna. Para colmo, el otro día leo este relato corto y fue como gasolina de alto octanaje para mis delirantes fantasías. Un cuento que fantasea sobre una hipotética entrevista entre un gurú de la tecnología, la sociedad y la ciencia con un grupo de estos superricos en el que le plantean sus dudas acerca de cómo actuar y protegerse ante la inminencia de "El evento". La forma de llamar al momento en el que mundo se va a la mierda tiene traca. Parece un rollo película de Hollywood. A mi cabeza no le hicieron falta demasiados datos ni mucho menos contrastados para tragarse aquella bola de combustible paranoide y avivar aún más el incendio de mis lucubraciones conspiranoicas.

Y, en mis fantasías ¿los superricos actúan solos sin coordinación entre ellos o han formado una superalianza para dirigir todo este plan maestro hacia la victoria final? Pues un paranoico enfermo como yo ve gigantes donde hay molinos o donde ni siquiera hay nada. En cualquier noticia... qué coño noticia, un simple tweet y ya sigo con mi particular serie de ciencia ficción en la que los superricos se confabulan entre sí desde los consejos de administración de las grandes corporaciones y conspiran contra nosotros.

Así que sí, estoy loco. Pero eso no quiere decir que no tenga razón.

lunes, 19 de marzo de 2018

Cómo hacer un vídeo con el móvil fácilmente

Sé que se nota que el título de esta publicación va muy orientado a captar resultados en las búsquedas en Google, pero como gente conocida no me lee (salvo alguna excepción), la única manera de que entre aquí alguien más que yo es recurrir a estas tretas.

Pero como lo prometido es deuda, quiero resumiros cómo hacer un vídeo fácilmente poniendo como ejemplo el que he hecho yo, que es éste.


Es un vídeo tan sencillo de ver como de hacer. Los pasos que he seguido han sido los siguientes.
  • Durante un tiempo, en mis paseos por mi ciudad, me he dedicado a grabar con el móvil  (Samsung Galaxy S7, en este caso) pequeños vídeos de entre 4 y 6 segundos. Algunas veces algo más. Otras, en lugar de usar el móvil, he usado una Canon EOS 70D.
  • Al cabo de varios meses, me he juntado con un montón de pequeños vídeos cortos, que vienen a ser como fotografías en movimiento. Si os fijáis, en la mayor parte del vídeo la cámara no se mueve, salvo por un leve tembleque que a mí, personalmente, me gusta.
  • He procurado grabar aquellas cosas que me han llamado la atención por algo, porque el paisaje era bonito o porque la escena me inspiraba algo en cierta manera. El caso es que no salía expresamente a grabar vídeos, sino que me encontraba esos momentos de manera casual y los grababa, como el que está haciendo una foto, pero con un vídeo corto.
  • Bien, ya han pasado varios meses y tenemos en nuestro móvil casi un centenar de vídeos. Llega la parte "técnica". Con el editor de vídeo que trae el propio móvil, he añadido aquellos vídeos a un proyecto para juntarlos todos en uno, o al menos, todos los que en mi opinión merecían la pena. Si vuestro móvil no trae un editor "de fábrica", podéis descargar alguno de los que hay disponibles en Google Play, como por ejemplo Adobe Premier Clip.
  • Luego he seleccionado una de las canciones que me gustaban y que pensaba que le pegaba al vídeo. En esta ocasión ha sido Porz Goret, del disco Eusa, de Yann Tiersen.
  • Como la cadena de todos los vídeos unidos excedía la duración de la canción, he ido recortando cada uno de ellos para hacer que coincidieran con la duración de la canción. Es un proceso algo tedioso pero muy fácil usando el editor de vídeo.
  • Le he quitado el sonido original de los vídeos grabados con el propio editor de vídeo.
  • El resultado final es el que he subido a Youtube y podéis ver unas líneas más arriba.
Es importante destacar que cada secuencia no puede exceder los 5 ó 6 segundos, siendo 4 segundos la mejor duración media, para no hacer cansino el vídeo. Esta regla es la general, pero puede haber excepciones en función de si pasa algo concreto en esa secuencia o si movemos la cámara para poder tener alguna panorámica de algo.

La técnica sirve también para hacer vídeos de viajes o eventos que nuestros amigos y familiares puedan ver sin querer pegarse un tiro a la media hora, como me pasó en casa de un primo cuando me puso el vídeo de su boda ENTERO. Si alguien se anima a hacer un vídeo así después de leer esto, me encantaría verlo.