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lunes, 20 de febrero de 2023

Curso de Manipulación Periodística. Hoy: "Las comillas"

Muy buenas tardes y bienvenidos todos a esta nueva edición del Curso de Manipulación Periodística (CMP). Hoy nos centraremos en un humilde e infravalorado recurso, pero muy potente a nivel subconsciente. Las comillas: "".

Pongamos que se está dando una situación socialmente alarmante la cual ha sido provocada por amigos, socios o simpatizantes de los dueños del periódico que te ha contratado. La situación que es noticia resulta tan escandalosa que mantener el silencio no es una opción, y te han encargado que redactes la noticia empezando por un buen titular.

Tu misión, si decides aceptarla, será conseguir que el lector desconfíe de la gravedad o autenticidad de la situación sobre la que trata la noticia, y que esa alarma y supuesta gravedad no son más que exageraciones de gente de izquierdas. ¿Cómo lo harías? Nuestras amigas "las comillas" acuden al rescate para "relativizarlo" todo. En este punto, hay que decir que las comillas son un recuerso muy versátil y polivalente, con distintos usos según el contexto, todos tan útiles como sutiles.

Siguiendo con nuestro ejemplo anterior, analicemos los titulares propuestos en relación a la situación de atención hospitalaria en el sevillano Hospital de Valme.

Observa con atención cómo el entrecomillado, en este contexto, viene a decir algo así como "esto de la saturación es una exageración de estos sindicatos de rojos que siempre andan con la misma monserga, no te creas una palabra, seguramente están presionando para obtener un aumento en sus subvenciones". Fíjate como en sus entradillas también entrecomillan palabras como "hacinamiento" o "colapso". Es un poco como decir "no lo decimos nosotros, no tenemos ni puta idea de si es cierto o no, solo reproducimos con exactitud lo que han dicho los sindicatos".

¿No resulta sorprendente? Con unas simples comillas en el titular puedes, de manera sutil, sugerir una interpretación prefabricada para que el lector no se tome en serio el supuesto "colapso" del hospital en cuestión y tampoco tenga que tomarse el trabajo de leerse el resto de la noticia, y ni mucho menos contrastarla. ¡Cómo cambiaría el sentido del titular si esas comillas no estuvieran! Parecería un artículo protesta, propio de Mundo Obrero, Público, o elDiario.es. Afortunadamente, nuestras amigas, las humildes comillas, vienen a nuestro rescate para maquillar la más cruda realidad y mantener a la población, al menos la mayoría, dentro del redil de los poderosos y escéptica frente a cualquier información proveniente de la izquierda.

En resumidas cuentas, el trabajo de periodista no consiste en, por ejemplo en esta noticia, ir al Hospital y comprobar de primera mano si existe tal colapso. En este caso se trata de contar lo que han dicho los malos entrecomillando aquellas situaciones que la Dirección del periódico quiera presentar como exageradas o irreales. De esta manera, los lectores desconfiarán de lo que cuenta la izquierda en general y seguirá creyendo que los políticos al servicio del dinero (y los empresarios que los controlan y financian) mantienen la sociedad dentro de los límites de lo aceptable.

martes, 7 de febrero de 2023

Mi opinión sobre "Too Good To Go": Demasiado bueno para ser fiable

Hace un par de meses instalé la app Too good to go que básicamente se usa para pedir packs online de productos que las tiendas, restaurantes, supermercados, hoteles, etc. van a tirar porque no estarán aptos para el consumo al día siguiente, aunque en el momento del cierre (en teoría) sí estén aptos para el consumo. Con este sistema, no se tira comida y las empresas asociadas recuperan, al menos, el coste de fabricación, mientras que los clientes obtienen generosos packs a precios reducidos.

Esto es lo que, en teoría, debería de ser, pero claro... Rápidamente las empresas han visto la manera de hacer caja y asegurarse la venta alterando la forma lógica. El procedimiento, poniendo un ejemplo, debería de ser:

- El restaurante está próximo a la hora de cierre. Faltan al menos unas dos horas para que cierre cocina y la afluencia de clientes es baja. Tienen algunos platos que están perfectamente comestibles en ese momento, pero para la próxima apertura ya no lo estarán. Entonces lanza la oferta de un pack y lo reserva para el primer cliente que lo pida.

- El cliente llega en el horario de recogida de su pack y se lo lleva.

Cómo es en realidad:

- El día antes de la recogida del pack el restaurante lo ofrece. Ellos no saben si les va a quedar comida para tirar, pero lo hacen por sistema. Lo ofrecen por si acaso y la gente lo reserva.

- Cuando se va aproximando la hora de recogida del pack (20 minutos antes es suficiente) ven si les ha sobrado comida o no.

- Que les ha sobrado? Perfecto, el cliente llega, recoge su pack y se larga.

- Que no les ha sobrado nada? Te anulan el pack 15 o 20 minutos antes de la recogida. En este último caso no te cobran nada, obviamente, pero la molestia de tener que buscar una alternativa a última hora resulta un verdadero engorro.

Mi experiencia ha sido:

- Primer pedido: lo encargo una hora antes de la recogida, paso por la pastelería y me llevo unos pastelazos por 3,99 euros. Adjunto foto.

 - Segundo pedido: pido por la mañana a una tienda de comida para llevar. Quince minutos antes del horario de recogida me anulan el pedido.

- Tercer pedido: pido por la mañana para recoger un pack en un Vips a las 22:30. A las 22:10, ya con el coche aparcao en el centro comercial y subiendo al restaurante, me anulan el pedido y desinstalo la app.

Conclusión

Es lamentable que buenas iniciativas para aprovechar los alimentos al máximo y no tirarlos cuando aún están en condiciones de ser consumidos sean aprovechados por los comercios asociados para asegurarse la máxima rentabilidad a costa de ningunear al cliente.

lunes, 6 de febrero de 2023

El salón interior del Jota ¿mito o realidad?

Sevilla ha sido durante milenios el escenario de multitud de leyendas y mitos que han enriquecido la historia de la ciudad, dotándola de un encanto especial o, como lo llaman aquí, "duende". Increíbles historias pareciendo algunas de ellas sacadas de novelas de misterio, ciencia ficción o sucesos mágicos o sobrenaturales. Esa ristra de leyendas, historias y anécdotas, entre la realidad y la fantasía, ha perdurado hasta nuestros días, aunque hoy centraremos nuestra atención en una de las leyendas urbanas quizás más inquietantes: la presunta existencia del salón interior del Bar Jota y su uso como centro de reunión de sociedades tan secretas como poderosas.

A menudo la gente cuenta historias y debate sobre la existencia, propósito y actividades de sociedades secretas como los Illuminatti, los masones, el Club Bildeberg, los rosacruces, la peña bética de Moscú... Pero ninguna sociedad ha resultado tan secreta y misteriosa como la que supuestamente se reúne en el salón interior del Bar Jota. Tan secreta es que jamás ha trascendido su nombre. Lo único que sabemos, por rumores que circulan en voz baja por la ciudad, es algunas de las personalidades que pertenecen o pertenecieron a esta desconocida sociedad. Nombres como Bill Gates, la Reina de Inglaterra, Rod Stewart, el Papa, José Antonio Griñán o el Penumbra entre otros han sido citados por los supuestos testigos de inexplicables entradas y salidas a horas intempestivas para reunirse en un salón que, al menos oficialmente, no existe.

Mick Jagger en el Jota
Mick Jagger en el Jota

¿De qué hablaban estos personajes en sus reuniones? ¿Quizás de estrategias para dirigir el curso de la Historia? ¿Técnicas de control de la población a nivel mundial? ¿Establecer el calendario de implantación de sus planes de desarrollo? ¿O quizás todo resulta aún más oscuro? Alguno, amparado en el anonimato, se ha atrevido a asegurar que en dicho salón se celebraban rituales mágicos para contactar con seres de otras dimensiones, al más puro estilo Lovecraft. ¿Con qué propósito? ¿Qué nos ocultan? ¿Hasta dónde llega el poder de esta sociedad secreta?

No son pocos los códigos y pistas que, a modo de inocentes y nostálgicos adornos, fotos y carteles, se agolpan en las paredes del vetusto bar, y supone un auténtico reto de perspicacia observarlos buscando los significados ocultos que encierran. ¿Símbolos de protección mágica? ¿Las reglas que rigen el mundo? ¿Mensajes encriptados dirigidos a los miembros de más alto rango? ¿Quizás la propia J y el año 1936 pudiera ser un jeroglífico cuya solución da la fecha del fin del mundo? Nadie lo sabe con certeza.

En declaraciones a Lacosaestamuymal, la clienta habitual Asunción Rejo afirmaba "Una vez vi entrar a Michael Jackson, Aznar, Gorbachov y a Pepe el Muerto. Tardaron en salir horas, digo yo que en algún sitio estarían, y esa gente tan importante no va a un sitio con tanto secretismo a hablar de chuminás."

Asunción no es la única que asegura haber visto personajes importantes desaparecer horas hacia el interior del Bar Jota. Porfirio Rincón, el proveedor de bacalao del Jota durante más de 35 años, nos contaba que una vez el bar cerró de repente mientras él se encontraba dentro agachado colocando la última caja de bacalao, y en ese momento, se abrió una especie de entrada en una de las paredes de la que salió un señor de negro con pinta de agente del servicio secreto (gafas oscuras, pinganillo en la oreja...) y, tras de sí, apareció Barack Obama con cara de preocupación. Jamás supo el motivo y cuando el dueño del Jota lo sorprendió allí le pidió por favor que no dijera nada a nadie... hasta ahora. "Fue a partir de ahí cuando le salieron las canas a Obama." asegura Porfirio.

Varios testigos comentan que ha sido visto en múltiples ocasiones el periodista y locutor alcalareño José Antonio Sánchez Araujo. Jaime Flores, cliente asiduo del Jota, comenta "Todo el mundo sabe que Sánchez Araujo sufre de hipertensión desde hace muchos años. Dime tú qué hace un hipertenso en el Jota. La única explicación es que viene a las reuniones secretas".

El escueto menú del Jota no es apto para hipertensos