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martes, 7 de febrero de 2023

Mi opinión sobre "Too Good To Go": Demasiado bueno para ser fiable

Hace un par de meses instalé la app Too good to go que básicamente se usa para pedir packs online de productos que las tiendas, restaurantes, supermercados, hoteles, etc. van a tirar porque no estarán aptos para el consumo al día siguiente, aunque en el momento del cierre (en teoría) sí estén aptos para el consumo. Con este sistema, no se tira comida y las empresas asociadas recuperan, al menos, el coste de fabricación, mientras que los clientes obtienen generosos packs a precios reducidos.

Esto es lo que, en teoría, debería de ser, pero claro... Rápidamente las empresas han visto la manera de hacer caja y asegurarse la venta alterando la forma lógica. El procedimiento, poniendo un ejemplo, debería de ser:

- El restaurante está próximo a la hora de cierre. Faltan al menos unas dos horas para que cierre cocina y la afluencia de clientes es baja. Tienen algunos platos que están perfectamente comestibles en ese momento, pero para la próxima apertura ya no lo estarán. Entonces lanza la oferta de un pack y lo reserva para el primer cliente que lo pida.

- El cliente llega en el horario de recogida de su pack y se lo lleva.

Cómo es en realidad:

- El día antes de la recogida del pack el restaurante lo ofrece. Ellos no saben si les va a quedar comida para tirar, pero lo hacen por sistema. Lo ofrecen por si acaso y la gente lo reserva.

- Cuando se va aproximando la hora de recogida del pack (20 minutos antes es suficiente) ven si les ha sobrado comida o no.

- Que les ha sobrado? Perfecto, el cliente llega, recoge su pack y se larga.

- Que no les ha sobrado nada? Te anulan el pack 15 o 20 minutos antes de la recogida. En este último caso no te cobran nada, obviamente, pero la molestia de tener que buscar una alternativa a última hora resulta un verdadero engorro.

Mi experiencia ha sido:

- Primer pedido: lo encargo una hora antes de la recogida, paso por la pastelería y me llevo unos pastelazos por 3,99 euros. Adjunto foto.

 - Segundo pedido: pido por la mañana a una tienda de comida para llevar. Quince minutos antes del horario de recogida me anulan el pedido.

- Tercer pedido: pido por la mañana para recoger un pack en un Vips a las 22:30. A las 22:10, ya con el coche aparcao en el centro comercial y subiendo al restaurante, me anulan el pedido y desinstalo la app.

Conclusión

Es lamentable que buenas iniciativas para aprovechar los alimentos al máximo y no tirarlos cuando aún están en condiciones de ser consumidos sean aprovechados por los comercios asociados para asegurarse la máxima rentabilidad a costa de ningunear al cliente.

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