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martes, 29 de agosto de 2006

Requeteciclo


Hace poco he conseguido un aparato fantástico. Se trata de una bici elíptica. Las hay en casi todos los gimnasios (podéis ver el modelo exacto aquí). Ahora pueso hacer ejercicio con varias ventajas: bajar peso, fortalecer mis rodillas sin gastarlas con ejercicios de carga (correr), ahorrar tiempo... Todo en uno. Es un buen invento: buena salud amortizada en 6 meses de gimnasio.

Pero cada día, cuando me pongo a pedalear y me tiro una hora sudando a mares, algo en mí me reconcome y me hago la inevitable (al menos en mí) pregunta: ¿Y si se pudiera aprovechar toda esta energía? La verdad es que sudo como un condenado pedaleando así que ¿no sería fantástico que otra ventaja más de la vida deportista fuera un descuentillo en la factura de la luz? Solo hay que imaginar que sale al mercado un aparato, digamos, del tamaño de un radio casette, y que podemos "conectar" a nuestro aparato de gimnasia favorito (bici eliptica, estática, remo...) para aprovechar toda la energía mecánica y transformarla en eléctrica mediante una dinamo para cargar el acumulador eléctrico de la vivienda.

¿Cuánta energía se podría ahorrar? ¿Qué grado de eficiencia haría falta en el proceso para que el sistema fuera rentable? Y sobre todo ¿es técnicamente viable?

Imaginemos, sin ningún tipo de conocimiento sobre el tema ni datos objetivos y contrastados para manejar, que una hora de ejercicio diario a un ritmo suave-medio permitiera ahorrar el 15% del consumo energético medio de una familia media. Supongamos también que la factura media es de unos 120€. Eso supondría un ahorro de 18 € mensuales. Si el aparato costara unos 180 €, podríamos amortizarlo en 10 meses y, a partir de ahí, a ahorrar. ¿Estoy soñando? Es posible, pero en mi opinión es ésta una posibilidad fascinante. ¿Hay algún ingeniero en la sala?

La energía está cada vez más cara y su coste se repercute a su vez en casi todos los productos y servicios de nuestra economía de mercado, por lo que un uso cada vez más eficiente de la misma constituye la clave para abordar los retos energéticos de un futuro muy próximo, eso sin mencionar los beneficios para el medio ambiente de la proliferación del uso energías limpias y renovables.


Este es uno de los mayores retos tecnlógicos de nuestro futuro a medio y largo plazo. A ver si vamos tomando conciencia de ello.