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lunes, 5 de enero de 2015

El misterio de Göbekli Tepe

Mucho se ha escrito ya sobre Göbekli Tepe, y lo que queda. El reciente descubrimiento de unas estructuras que podrían ser un templo en Turquía, cerca de la frontera con Siria, entre el Tigris y el Eufrates, donde el Génesis localiza el Jardín del Edén.



Uno de los mayores misterios de estas estructuras, de las que aún queda la mayor parte por excavar, es su datación: 9.000 años a.C., lo que quiere decir que son mucho más antiguas que las pirámides (7000 años antes) o que Stonehenge (6000 años). Esto sitúa la construcción de este "complejo" en una época en la que los humanos éramos cazadores recolectores, nómadas, y en la que los recursos eran muy limitados, una época en la que las únicas herramientas que había para tallar estaban fabricadas en sílex. Y claro, encontrarte con una construcción así en esa época espolea la imaginación de muchos "magufos" que lanzan, sin pudor alguno, todo tipo de teorías en la línea de civilizaciones extraterrestres o superavanzadas de la antigüedad y tal.




Sin duda, son muchos los interrogantes que plantean estos restos. Encajar esta construcción dentro del contexto que la arqueología tiene relativo a esta época presenta enormes dificultades y obliga a replantearse algunos esquemas. Se trata de una época en la que no se había inventado la rueda, ni herramientas metálicas, en la que los grupos humanos eran muy reducidos con acceso a recursos muy limitados y con una capacidad muy reducida de llevar a cabo obras que impliquen la organización que representa la construcción del complejo de Göbekli Tepe, una época en la que aún faltaban más de mil años para la aparición de la agricultura. Y para colmo, todo este complejo lo entierran hacia el año 8.000 a.C., razón por la cual permanece en tan buen estado de conservación. El motivo de enterrarlo plantea otro interrogante más.





Todavía queda mucho por excavar en esta zona, ya que las construcciones al descubierto no son más que una pequeña parte de lo que se ha descubierto en base a las prospecciones geofísicas realizadas, por lo que cabe esperar encontrar algunas respuestas a medida que se siga excavando y estudiando este complejo.





Anticiparse a ello elaborando teorías de civilizaciones extraterrestres y cosas por el estilo recuerda al origen de la religión y las supersticiones, que nacen como respuesta a la necesidad del ser humano de explicar aquello que no entiende o desconoce. Hay que ser paciente, pues, y dejar que los investigadores serios avancen, lentamente pero con paso firme y seguro, en el estudio y la explicación de este increíble y espectacular complejo.