En respuesta a esa reclamación de derechos de autor, yo, como consumidor, también reclamo mis derecho a disfrutar de un espectáculo de calidad por el que he pagado y, de no hacerlo, como ha sido el caso, a reclamar y denunciar públicamente aportando la correspondiente prueba para que el resto de los potenciales consumidores puedan informarse antes de picar el anzuelo. Estaré encantadísimo de retirar el vídeo cuando la Orquesta publique o me envíe algún vídeo en el que demuestren que saben interpretar correctamente, tanto el tema principal de Star Wars como el de la Princesa Leia. Qué pena que no grabara este último porque los fallos fueron aún más garrafales porque el del trombón, parecía que llevaba una "trompa".
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sábado, 24 de junio de 2017
¿Orquesta Sinfónica de Triana o Arqueta Sifónica de Triana?
En respuesta a esa reclamación de derechos de autor, yo, como consumidor, también reclamo mis derecho a disfrutar de un espectáculo de calidad por el que he pagado y, de no hacerlo, como ha sido el caso, a reclamar y denunciar públicamente aportando la correspondiente prueba para que el resto de los potenciales consumidores puedan informarse antes de picar el anzuelo. Estaré encantadísimo de retirar el vídeo cuando la Orquesta publique o me envíe algún vídeo en el que demuestren que saben interpretar correctamente, tanto el tema principal de Star Wars como el de la Princesa Leia. Qué pena que no grabara este último porque los fallos fueron aún más garrafales porque el del trombón, parecía que llevaba una "trompa".
lunes, 8 de febrero de 2016
Democracia, pese a todo
Las nuevas tecnologías se han convertido en incomprensibles para una gran mayoría de ciudadanos que, bien por su edad, o bien por su escasa capacidad de adaptación intelectual a las nuevas circunstancias, no es capaz de utilizarlas en el ejercicio de sus derechos de voto. Pues la cosa es bien simple (y compleja a la vez, pero apasionante). Implantemos mecanismos de ejercicio de la voluntad democrática utilizando estas nuevas tecnologías, que constituirán una excelente barrera que nos librará de la influencia que personas que no se enteran la misa la media pueden tener en el conjunto de la sociedad.
De manera progresiva se pueden establecer procedimientos para que, cada vez en más materias, los ciudadanos puedan votar a favor o en contra utilizando los mecanismos de autentificación telemática que ya existen. Se pueden establecer incluso mecanismos de filtrado para que aquel que quiera votar, por ejemplo, la aprobación de una ley, no solo necesite saber utilizar el navegador con su correspondiente certificado digital o DNI electrónico, sino que tenga que responder a un test básico de cuestiones sobre la ley sobre la que quiere votar. Sí. No es un sistema perfecto, pero es mucho mejor que lo que tenemos ahora, y sobre todo más democrático. Y no me imagino yo a la mayoría de los jubilados utilizando este sistema y, por tanto, influenciando con su irresponsable voto el destino de este país.
Por supuesto, cualquier sistema de participación ciudadana directa se puede combinar perfectamente con la democracia representativa, utilizando fórmulas como por ejemplo la de Democracia 4.0, propuesta por el diputado andaluz Juan I. Moreno Yagüe, y como cabe esperar, este avance en la ampliación progresiva de las materias en las que la ciudadanía pueda participar de forma directa ha de tomarse como un largo camino, que quizás se prolongue durante décadas, pero es ése el camino, y no otro, el que nos hará independizarnos definitivamente de la partitocracia reinante en este país y, sobre todo, de la enorme irresponsabilidad que supone el ejercicio del derecho a voto por parte de ciudadanos con antojeras que les impiden ver la corrupción y la realidad social y económica de este país.

sábado, 24 de marzo de 2012
Breve y sencilla explicación de por qué no va a funcionar la reforma laboral
- El abaratamiento del coste del despido y la posibilidad de contratar trabajadores pagándoles menos, aunque para los empresarios sea a priori positivo, para los trabajadores resulta nefasto, porque crea en ellos una sensación de incertidumbre tremenda.
- En este país, la gran mayoría de la población activa está compuesta de trabajadores por cuenta ajena, osea, las víctimas del nuevo panorama de incertidumbre laboral que nos trae la reforma.
- Cuanto más se pretenda aumentar la confianza de los empresarios e inversores a base de recortar los derechos de los trabajadores, más aumentará la desconfianza de éstos que, no lo olvidemos, son el gran porcentaje de la población.
- Si los trabajadores tienen poca confianza en su futuro laboral, consumirán menos. El consumo es la auténtica clave del éxito para que una sociedad genere empresas y, por tanto, puestos de trabajo.
- Al consumir menos, las empresas facturarán menos productos y servicios, y, por muy barato que sea el despido y la mano de obra, al final nadie querrá crear empresas porque el panorama para consumir, y por tanto, vender, será muy incierto. Es lo que estamos viendo ya, pero que parece que la mayoría no aciertan a interpretar, a juzgar por los resultados electorales y la calma general.
domingo, 30 de octubre de 2011
Vídeo Anonymous: Elecciones 20 de noviembre
lunes, 30 de julio de 2007
Sobre derechos de expresión y otros

Muchos internautas desconocen sus derechos y deberes en la red y esto comienza a provocar conflictos, especialmente entre el derecho a la información y a libertad de expresión y el derecho al honor, a la intimidad y a la imagen.
Por ejemplo, Julio Alonso ha sido denunciado por la SGAE por titular un artículo de su blog SGAE=Ladrones. Además, en la denuncia se hace hincapié en que promociona un google bombing contra ella y en que no se han moderado los comentarios de los internautas que entraban en el blog. Otro ejemplo es el de Abraham Fernández que tiene que retirar, por requerimiento judicial, los post que dañen la imagen y el honor de una entidad que no ha querido desvelar. Por lo visto, el problema está en los comentarios que permitió y que no ha moderado. Para sacarnos de dudas, hemos preguntado a Rafael Bustos, profesor titular de Derecho Constitucional de la Universidad de Salamanca y nos ha confirmado que Julio Alonso lo tiene muy crudo ya que "no puede demostrar que la SGAE sean unos ladrones" y que los blogs tienen un alcance universal. Cualquiera puede leerlos por tanto, es como si aquellos que tienen un blog fueran periodistas. La diferencia es el grado de verificación de la noticia. A los blogueros, al no ser profesionales de la información no se les exige el mismo nivel de comprobación de la veracidad de la noticia pero este no desaparece. Por otro lado, los blogs tienen el agravante de la "publicidad".
Cuando escribimos en un blog o un espacio personal abierto al público en general, ¿somos conscientes de nuestros derechos y de los derechos de terceros? No lo creo. Muchos mensajes en blogs han aparecido citando las mismas palabras que Julio Alonso sin ser conscientes del riesgo a ser denunciados y perder la apuesta. Los blogueros tienen derecho a informar y a expresarse libremente pero sin dañar el honor, la intimidad ni la imagen de nadie. Antes de crear un blog, se tienen que conocer sus derechos pero también sus límites y responsabilidades.
miércoles, 20 de septiembre de 2006
Creación artística: hay que cambiar el chip

Al final, las quejas de tantos artistas no van a servir de nada, y esta moda por parte de los gobiernos de imponer métodos cada vez más restrictivos en lo que a copia y difusión de material audiovisual se refiere para lo único que va a servir es como otro varapalo político más para el gobierno de turno.
La solución está en adaptarse a la nueva realidad y, por muy duro que les parezca a estos ricos, renunciar a los pingües beneficios que la venta de discos y exhibición de películas repercutía, no tanto ya en ellos mismos sino en las discográficas y productoras cinematográficas, que son los que se llevan la mayor parte de la tajada. Hay que buscar nuevas formas de vivir de ello.
Y a partir de ahora me referiré solamente a los músicos, para centrarnos en el problema, pero por partes.
Supuestamente se dedican a la música por dos motivos: porque les gusta y para ganarse la vida. Y ambas cosas se pueden seguir haciendo después de la era Internet y el fenómeno de las redes de pares (intercambio de archivos… vamos, descargarte las canciones gratis, pa que nos entendamos). ¿Cómo?
Bueno, pues empezando por renunciar a las casas de lujo en Miami (o en cualquier otro sitio), los automóviles caros y, en general, la vida de lujo y ostentación que muchos se pegan viviendo de los derechos. Me hace mucha gracia la hipocresía de la que hacen alarde muchos artistas cuando salen en los medios expresando su entrega a su público, cuando en realidad a lo que están dedicados es a sacarnos el dinero y tener que pagar cifras desorbitadas por un disco suyo en el Corte Inglés... Esto tiene que acabar... y acabará.
Sé que es algo muy duro y difícil, pero seguro que seguir trabajando en lo que les gusta, aunque sea por la cuarta parte de lo que ganaban antes (o incluso algo menos), puede compensar. ¿O es que acaso no les gusta y no disfrutan con su trabajo?
¿Y cómo entonces se ganan la vida? Muy sencillo, a base de giras de conciertos fundamentalmente (que tampoco es moco de pavo) y de los derechos obtenidos por la difusión de sus obras por personas o empresas que ganen dinero con ello, lo que también se puede complementar con participación en campañas publicitarias, programas de televisión, y muchas otras “pequeñas” actividades que perfectamente pueden permitir a los músicos llevar una vida más que cómoda.
Desde ese punto de vista, Internet se convertiría en el vehículo ideal para difundir su música, no solo ya los artistas consagrados o aquellos respaldados por campañas millonarias y productoras discográficas, sino cualquiera que realmente tenga "arte" y guste al público. Ése es el principal miedo ante el cambio: que desaparecen empresas muy poderosas. Ya, de hecho, han habido algunos que han triunfado sin grandes financiaciones ni OT ni nada por el estilo. Sencillamente, cuelgan el video de su canción en Internet o echan a andar sus discos por la red esperando que la gente se los descargue, los escuche, les guste y les conozcan. Solo necesitan su talento y su trabajo, nada de dinero.
Admitiendo todo esto, a las tiendas de discos les quedan dos opciones: cerrar o adaptarse para vender todo aquel material que no se puede encontrar habitualmente por Internet. Yo mismo he tenido que acudir a una tienda de música clásica para encontrar cierta versión que quería de una obra de Händel que no conseguía encontrar en eMule y tuvieron que traer de Londres. (Música para el cumpleaños de la Reina Ana, 20 €).
Por supuesto, y con éste método, el top-manta dejaría de existir. Es cierto que ahora, ¿quién paga 18 € por un disco en la tienda cuando puede pagar 2 por el mismo disco en la calle? Pero… con la difusión y legalización expresa del intercambio de archivos, ¿quién va a pagar 2 euros por un disco cuando se lo puede bajar gratis de Internet? Bueno, sí… el que no tenga Internet, pero eso es ya material para escribir otro día.
Por tanto, no solo se acabaría con ese negocio, claramente ilegal, sino que nuestro derecho de acceso a la cultura, dentro del marco de una política social, ganaría muchísimo a la vez que el Gobierno actual parecería más coherente con su supuesta ideología. Pero esto sería quitarle algo a los pocos que más tienen para dárselo a los muchos que menos tenemos, y últimamente, ¿dónde habéis visto que esto suceda?