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martes, 23 de enero de 2007

España vista por los americanos

Atención al extracto del capítulo de la serie "The Unit" que se emitirá proximamente en la Sexta. Se supone que el cuerpo de élite americano se desplaza a España, mas concretamente a Valencia. Pues no perderse como nos ven los yankees.. España es como una mezcla entre México-Italia de los 80's, con callejuelas donde la gente se desplaza con Vespas, vigiladas por Guardia Civiles con tricornios gigantes.

Se nota que se han documentado para la
ambientación.


Corre!




De lo que ocurre cuando vas caminando por la calle y te encuentras de repente a 50 personas que salen a correr detrás tuya

jueves, 30 de noviembre de 2006

Máscara quebrada


Organizo mis besos
a lo largo de tu silencio
hasta que un gemido
profana tu boca.
Y mi boca.
Comiendo con ansia cada espasmo,
sorbiendo cada caricia,
enjugando los rincones
de tu perpetua carne,
fina y blanca.
Y mis manos.
Averiguando tus secretos de placer,
elaborando el catálogo de tus escalofríos,
esquivando la antipatía de tu ropa.
Y mi amor,
que arranca tus gritos de gloria,
tus socorros, tus lamentos,
tu situación de ángel deportado.
Entonces mi jugo cabalga
por valles de pelo y calor
untando los minutos de tu piel
en un cariño medido sin regla.
El tiempo dice adios,
y nos deja solos,
secuestrados por el deseo.

miércoles, 20 de septiembre de 2006

Creación artística: hay que cambiar el chip

Y no me refiero al de la playstation o cualquier otra videoconsola al uso, sino en lo que al mercado de la creación artística se refiere, esto es música, cine, etc. Es inevitable. Y cuanto antes lo asuman las partes interesadas, mucho mejor. El mundo cambia, la tecnología avanza a pasos de gigante y, lo queramos o no, ello repercute en nuestras vidas, de formas más o menos indirectas.

Al final, las quejas de tantos artistas no van a servir de nada, y esta moda por parte de los gobiernos de imponer métodos cada vez más restrictivos en lo que a copia y difusión de material audiovisual se refiere para lo único que va a servir es como otro varapalo político más para el gobierno de turno.

La solución está en adaptarse a la nueva realidad y, por muy duro que les parezca a estos ricos, renunciar a los pingües beneficios que la venta de discos y exhibición de películas repercutía, no tanto ya en ellos mismos sino en las discográficas y productoras cinematográficas, que son los que se llevan la mayor parte de la tajada. Hay que buscar nuevas formas de vivir de ello.

Y a partir de ahora me referiré solamente a los músicos, para centrarnos en el problema, pero por partes.

Supuestamente se dedican a la música por dos motivos: porque les gusta y para ganarse la vida. Y ambas cosas se pueden seguir haciendo después de la era Internet y el fenómeno de las redes de pares (intercambio de archivos… vamos, descargarte las canciones gratis, pa que nos entendamos). ¿Cómo?

Bueno, pues empezando por renunciar a las casas de lujo en Miami (o en cualquier otro sitio), los automóviles caros y, en general, la vida de lujo y ostentación que muchos se pegan viviendo de los derechos. Me hace mucha gracia la hipocresía de la que hacen alarde muchos artistas cuando salen en los medios expresando su entrega a su público, cuando en realidad a lo que están dedicados es a sacarnos el dinero y tener que pagar cifras desorbitadas por un disco suyo en el Corte Inglés... Esto tiene que acabar... y acabará.

Sé que es algo muy duro y difícil, pero seguro que seguir trabajando en lo que les gusta, aunque sea por la cuarta parte de lo que ganaban antes (o incluso algo menos), puede compensar. ¿O es que acaso no les gusta y no disfrutan con su trabajo?

¿Y cómo entonces se ganan la vida? Muy sencillo, a base de giras de conciertos fundamentalmente (que tampoco es moco de pavo) y de los derechos obtenidos por la difusión de sus obras por personas o empresas que ganen dinero con ello, lo que también se puede complementar con participación en campañas publicitarias, programas de televisión, y muchas otras “pequeñas” actividades que perfectamente pueden permitir a los músicos llevar una vida más que cómoda.

Desde ese punto de vista, Internet se convertiría en el vehículo ideal para difundir su música, no solo ya los artistas consagrados o aquellos respaldados por campañas millonarias y productoras discográficas, sino cualquiera que realmente tenga "arte" y guste al público. Ése es el principal miedo ante el cambio: que desaparecen empresas muy poderosas. Ya, de hecho, han habido algunos que han triunfado sin grandes financiaciones ni OT ni nada por el estilo. Sencillamente, cuelgan el video de su canción en Internet o echan a andar sus discos por la red esperando que la gente se los descargue, los escuche, les guste y les conozcan. Solo necesitan su talento y su trabajo, nada de dinero.

Admitiendo todo esto, a las tiendas de discos les quedan dos opciones: cerrar o adaptarse para vender todo aquel material que no se puede encontrar habitualmente por Internet. Yo mismo he tenido que acudir a una tienda de música clásica para encontrar cierta versión que quería de una obra de Händel que no conseguía encontrar en eMule y tuvieron que traer de Londres. (Música para el cumpleaños de la Reina Ana, 20 €).

Por supuesto, y con éste método, el top-manta dejaría de existir. Es cierto que ahora, ¿quién paga 18 € por un disco en la tienda cuando puede pagar 2 por el mismo disco en la calle? Pero… con la difusión y legalización expresa del intercambio de archivos, ¿quién va a pagar 2 euros por un disco cuando se lo puede bajar gratis de Internet? Bueno, sí… el que no tenga Internet, pero eso es ya material para escribir otro día.

Por tanto, no solo se acabaría con ese negocio, claramente ilegal, sino que nuestro derecho de acceso a la cultura, dentro del marco de una política social, ganaría muchísimo a la vez que el Gobierno actual parecería más coherente con su supuesta ideología. Pero esto sería quitarle algo a los pocos que más tienen para dárselo a los muchos que menos tenemos, y últimamente, ¿dónde habéis visto que esto suceda?

martes, 29 de agosto de 2006

Requeteciclo


Hace poco he conseguido un aparato fantástico. Se trata de una bici elíptica. Las hay en casi todos los gimnasios (podéis ver el modelo exacto aquí). Ahora pueso hacer ejercicio con varias ventajas: bajar peso, fortalecer mis rodillas sin gastarlas con ejercicios de carga (correr), ahorrar tiempo... Todo en uno. Es un buen invento: buena salud amortizada en 6 meses de gimnasio.

Pero cada día, cuando me pongo a pedalear y me tiro una hora sudando a mares, algo en mí me reconcome y me hago la inevitable (al menos en mí) pregunta: ¿Y si se pudiera aprovechar toda esta energía? La verdad es que sudo como un condenado pedaleando así que ¿no sería fantástico que otra ventaja más de la vida deportista fuera un descuentillo en la factura de la luz? Solo hay que imaginar que sale al mercado un aparato, digamos, del tamaño de un radio casette, y que podemos "conectar" a nuestro aparato de gimnasia favorito (bici eliptica, estática, remo...) para aprovechar toda la energía mecánica y transformarla en eléctrica mediante una dinamo para cargar el acumulador eléctrico de la vivienda.

¿Cuánta energía se podría ahorrar? ¿Qué grado de eficiencia haría falta en el proceso para que el sistema fuera rentable? Y sobre todo ¿es técnicamente viable?

Imaginemos, sin ningún tipo de conocimiento sobre el tema ni datos objetivos y contrastados para manejar, que una hora de ejercicio diario a un ritmo suave-medio permitiera ahorrar el 15% del consumo energético medio de una familia media. Supongamos también que la factura media es de unos 120€. Eso supondría un ahorro de 18 € mensuales. Si el aparato costara unos 180 €, podríamos amortizarlo en 10 meses y, a partir de ahí, a ahorrar. ¿Estoy soñando? Es posible, pero en mi opinión es ésta una posibilidad fascinante. ¿Hay algún ingeniero en la sala?

La energía está cada vez más cara y su coste se repercute a su vez en casi todos los productos y servicios de nuestra economía de mercado, por lo que un uso cada vez más eficiente de la misma constituye la clave para abordar los retos energéticos de un futuro muy próximo, eso sin mencionar los beneficios para el medio ambiente de la proliferación del uso energías limpias y renovables.


Este es uno de los mayores retos tecnlógicos de nuestro futuro a medio y largo plazo. A ver si vamos tomando conciencia de ello.