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jueves, 7 de febrero de 2008

A criticones, no nos gana nadie

Anoche fui a un recital lírico en el Maestranza que ofrecía la mezzosoprano Cecilia Bartoli. La conocí por la recomendación de un amigo de que escuchara su interpretación del aria "Agitatta da due venti", de la ópera Griselda, de Antonio Vivaldi. Lo que descubrí fue realmente apoteósico. Un dominio de la técnica vocal increible, con una riqueza en los registros, que iban desde los graves de una contralto hasta los agudos sopranísticos, con una facilidad y un poderío verdaderamente abrumadores. Entre lo que me gusta Vivaldi, y cómo lo canta este portento de la Naturaleza, la verdad es que me enganchó. Así que cuando a principios de septiembre me enteré de que venía a dar un recital a Sevilla, no lo dudé ni un momento y compré entradas para su concierto. Y oye... qué 34 euros más bien gastados!

Nada más terminar el concierto, mi amigo y yo especulábamos sobre las posibles críticas del día siguiente en la prensa. Incluso pensábamos que algún periódico (ABC?) podría poner el evento en portada, por los momentos de apoteosis que allí se vivieron. Y hoy, cuando busco en la prensa local las susodichas críticas, solo encuentro la que enlaza este post en Diario de Sevilla, de un crítico de esos que parece querer aumentar su caché y su prestigio con ácidas críticas, repletas de frases y palabras rimbombantes, en una estrategia basada en sacar defectos de donde sea y como sea. Menudo desgraciado. Desgraciado en el sentido de que no pudo disfrutar de este maravilloso concierto como la gran mayoría de los que allí acudimos.

En la sección de comentarios de la noticia de Diario de Sevilla, quise dejar el mío, pero la maldita limitación de 500 caracteres me sorprendió al darle al botón "Enviar" y como no he querido recortarla, y aprovechando que tengo aquí un blog con poco uso (sobre todo últimamente), aquí va el comentario de marras, que lo escribo tal y como me salió, sin revisiones ni correcciones.

No estoy en absoluto de acuerdo con sus opiniones. He aquí algunos ejemplos:

- ¿Nada de cámaras? Claro, no hay fotos ni videos de la Bártoli, ¿anoche tampoco se le hizo ninguna foto? ....

- ¿Foco siguiéndola en sus salidas al escenario? Probablemente sería usted el único que lo vio, y yo diría que ni eso.

- Según usted, el público llenó absolutamente el teatro no para oirla cantar, sino para fijarse en otros detalles. ¿El vestido? ¿El peinado? ¿El collar que llevaba? Es probable que éste sea su caso, en pos de sacar cuantos más defectos, mejor.

- Volumen corto? Yo la escuchaba perfectamente desde paraiso. Incluso los pianissimos. Le recomiendo que le cambie las pilas a su Whisper XL.

- ¿Solo canta ópera en el teatro de Zurich? Creo que tendría usted que documentarse un poco más. Sin duda Google será de mucha utilidad en su búsqueda.

- ¿No le gusta su voz? Perfecto. Pero los aplausos en los que participé anoche (con una intensidad y emotividad que pocas veces he presenciado en un teatro) demostraban claramente que el público asistió a un espectáculo MUSICAL absolutamente fascinante.

De manera que guárdese sus elitistas y subjetivas críticas y diga usted lo que pasó. Que la Bartoli dio uno de los conciertos líricos más memorables que se recuerdan en Sevilla, y que todos (menos Ud.) disfrutamos, como hacía tiempo que no lo hacíamos, con el espectáculo que nos ofrecieron, tanto la orquesta, como Cecilia Bartoli.

3 comentarios:

  1. Pues el crítico de El Correo de Andalucía parece que tampoco disfrutó mucho. ¡Panda de amargados!

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  2. ¿Dónde lo has leido? ¿En la edición impresa? He mirado en su web, pero no he visto ninguna noticia al respecto.

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  3. Mengíbar está demasiado comedido para mi gusto. Sinceramente, yo me aburrí como una ostra... Entre gorgorito y gorgorito habría esperado algo más de buena música... Y, de verdad, lo del aria tirolesa fue la exacerbación del mal gusto...

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