Vídeo imprescindible para entender cómo nos han engañado (bueno... a mí no) los sinvergüenzas del PP para llegar al poder, por si os faltaban motivos para salir a la calle a protestar el próximo sábado, 12 de mayo. Donde dije digo...
La
vida transcurría plácidamente. Manuel tenía todo lo que un hombre
podía desear : una mujer cariñosa y comprensiva, unos hijos
modélicos, un trabajo bien pagado que además le gustaba, y, sobre
todo, se tenía a sí mismo. Claro que pensaba que tenía defectos,
pero hasta sus propios defectos le gustaban. Era un conformista. Los
días se sucedían uno detrás de otro y, como en una multiplicación
cambiando el orden, el producto seguiría siendo el mismo; pero él
con todo esto era feliz, y le gustaban las cosas tal y como estaban.
De
repente, un sonido continuo le despertó: eran las 8. Levantó a toda
la familia y organizaron el desayuno. Aquel día Manuel estaba algo
cansado a causa de la tertulia de la noche anterior - era increíble
cómo pasaba el tiempo hablando de... ¿tonterías?-. Después de
dejar a sus hijos en el colegio, se dirigió a la oficina pensando en
lo afortunado que era.
En
el trabajo, lo de siempre. El jefe de personal no estaba de muy buen
humor, y le costó mucho convencerle para que admitiese a aquella
recién graduada, pero como era su sobrina no tuvo más remedio. Ya
en su despacho, comenzó a revisar un aburrido informe del Dpto. de
Ventas a esa hora en que el cansancio y el sopor se hacen notar. ¡Qué
confortable resultaba su sillón! Una comodidad inversamente
proporcional al tiempo que tardó en quedarse dormido...
No
soñó nada, pero cuando creía despertar vio que se encontraba en
una habitación blanca toda acolchada. No podía mover sus brazos a
causa de una camisa de fuerza que se ceñía tercamente a su tronco,
y no paraba de oír extraños gritos de Dios sabe quién.
Tardó
muy poco en pensar que obviamente estaba soñando, pero le extrañó
la fuerte sensación de realidad que aspiraba por sus cinco sentidos.
No obstante, optó por “dormirse” dentro de su sueño. Después
de un tiempo indeterminable, abrió los ojos encontrándose de nuevo
en su despacho. No le dio importancia a aquello: tenía una cita con
el dentista a las 5, y aquel pensamiento no le dejaba concentrarse en
otra cosa.
Ya
en su casa, su mujer le hablaba sobre la cena de esa misma noche con
los Martínez. No sabía si ponerse una falda con una chaqueta o
pantalones y blusa. Manuel, poco a poco, fue abstrayéndose de su
alrededor como arrastrándose por aquel torrente de vacías palabras.
Casi sin notarlo, un ruido martilleante marcaba el ritmo de su
corazón. De repente, la puerta se abrió y una desconocida con bata
blanca le invitaba a salir. Le costaba levantarse; aquella... ¿camisa
de fuerza? le ponía difícil el más mínimo gesto. Al intentar
levantarse, reaccionó.
-
¿Donde estoy?
El
rostro de la mujer adoptó una expresión de extrañeza y, ayudándole
a incorporarse, lo llevó a través de un largo pasillo con el techo
bajo. Manuel miraba atónito a un lado y a otro unas puertas con unas
pequeñas ventanucas. Al final a mano izquierda, una gran puerta
lucía un dorado letrero: Doctor Escobeda. Al entrar, se encontró
con un hombre flacucho, con barba cana y gafas. Manuel se sentó y
preguntó con tono temeroso.
-
¿Dónde estoy?
-
¿A usted que le parece?
-
Pues no lo sé. Yo estaba hablando con mi mujer, y de repente me
encuentro aquí.
-
¿Cómo se llama Ud.?
-
Manuel González Estrada.
-
Cuénteme algo de su vida.
-
Es que tengo cita con el dentista a las 5, y esta noche ceno con los
Martínez.
-
Eso no es cierto.
-
¿Cómo que no es cierto? Tengo que empastarme esta muela -abriendo
la boca- ¿ve?
-
Usted no tiene cita con nadie ni va a cenar con nadie, ni siquiera
tiene mujer. Todo eso es producto de su mente. Usted sufre un
trastorno agudo de personalidad.
-
¿Pero qué está diciendo? Yo sé quién soy. ¡Tengo cita a las 5!
¡Tengo cita a las 5!
-
Pero hijo, Manuel, cada vez que tienes que ir al dentista te pones
más raro...
-
Pero Carmen; si es que estaba hablando con un médico que me decía
yo no sé qué de la personalidad.
-
¡Hay que ver! Siempre con las mismas tonterías. Anda vístete que
vas a llegar tarde.
-
En fin... ¿Te vas a poner la falda o los pantalones?
-
La falda. Pega más con la chaqueta veige.
-
Me voy. Hasta luego cariño.
-
Adiós.
Mientras
bajaba las escaleras, podía percibir ese olor característico de las
sobremesas mezclado con el sonido de televisores encendidos. Una voz
lejana -quizás en el 4º C- ordenaba:
Tras una reciente actualización de Adobe Flash Player en Ubuntu, algunos usuarios informan de que ven los vídeos de Youtube con una tonalidad azul, tanto en el navegador Chrome como en Firefox. La solución rápida es hacer click derecho en el vídeo y, en la opción Configuración, desactivar la aceleración de hardware de Adobe Flash Player. Algunos han solucionado el problema de esta manera, pero a otros no les funciona esta solución ya que, aunque hacen click en la casilla de verificación para desactivar la aceleración de hardware, la casilla no se desactiva.
[ACTUALIZACIÓN] Según reporta nachofig en los comentarios, la solución anteriormente descrita funciona pero es necesario tener el vídeo a pantalla completa.
La solución alternativa es la siguiente:
Crear la carpeta /etc/adobe:
sudo mkdir /etc/adobe
Creamos y editamos el archivo /etc/adobe/mms.cfg: sudo gedit /etc/adobe/mms.cfg
Añadimos al archivo la siguiente línea: EnableLinuxHWVideoDecode=1
Guardamos, cerramos y reiniciamos el navegador para probar.
ACTUALIZACIÓN:
Si estas soluciones no os funcionan, o lo hacen pero luego el plugin de Flash falla con frecuencia, probad lo siguiente:
Borrar el archivo y la carpeta creados en la solución anterior.
sudo rm /etc/adobe/mms.cfg sudo rmdir /etc/adobe
Desinstalar el plugin de flash
sudo apt-get purge flashplugin-installer
En la página de descargas de Adobe, seleccionar la versión APT para Ubuntu 10.04+ e instalar con el Centro de software de Ubuntu.
Antes de explicar por qué no va a funcionar la reforma laboral, es necesario entender cuál ha sido la intención del gobierno al promulgar dicha norma.
Uno de los fundamentos de la nueva reforma laboral consiste en el abaratamiento del despido. El gobierno, al promulgar dicha norma, pretendía hacer más atractiva la creación de empresas, para que los empresarios asumieran menos costes si la cosa iba mal y tenían que echar a gente o incluso cerrar la empresa. Supuestamente con ello las empresas, es decir, los empresarios, tendrían una mayor confianza para contratar gente, a sabiendas de que echarlos les iba a salir baratísimo o incluso gratis. Y con todo este tema, la creación de empresas y, por tanto, de puestos de trabajo, empezaría a funcionar después de algunos meses de la entrada en vigor de la citada reforma.
¿Por qué entonces no va a funcionar?
Pues por una razón muy sencilla de entender cuya explicación voy a descomponer en cinco puntos.
El abaratamiento del coste del despido y la posibilidad de contratar trabajadores pagándoles menos, aunque para los empresarios sea a priori positivo, para los trabajadores resulta nefasto, porque crea en ellos una sensación de incertidumbre tremenda.
En este país, la gran mayoría de la población activa está compuesta de trabajadores por cuenta ajena, osea, las víctimas del nuevo panorama de incertidumbre laboral que nos trae la reforma.
Cuanto más se pretenda aumentar la confianza de los empresarios e inversores a base de recortar los derechos de los trabajadores, más aumentará la desconfianza de éstos que, no lo olvidemos, son el gran porcentaje de la población.
Si los trabajadores tienen poca confianza en su futuro laboral, consumirán menos. El consumo es la auténtica clave del éxito para que una sociedad genere empresas y, por tanto, puestos de trabajo.
Al consumir menos, las empresas facturarán menos productos y servicios, y, por muy barato que sea el despido y la mano de obra, al final nadie querrá crear empresas porque el panorama para consumir, y por tanto, vender, será muy incierto. Es lo que estamos viendo ya, pero que parece que la mayoría no aciertan a interpretar, a juzgar por los resultados electorales y la calma general.
Lo he simplificado mucho, omitiendo cuestiones como las del acceso al crédito, por ejemplo, que tampoco es que haya aumentado mucho tras la reforma laboral. De todas maneras, la gente se corta más a la hora de pedir un crédito y los bancos se lo piensan mucho más a la hora de concederlo. Y recortar los derechos de los trabajadores no parece que mejore esta situación sino que, como hemos visto, la empeora aún más.
Extractos de la intervención en el Congreso de los Diputados de la entonces portavoz del PP Soraya Sáenz de Santamaría sobre la reforma laboral que llevó a cabo el PSOE en 2010. La subo aquí porque el único enlace al vídeo que he encontrado en youtube es el del canal partidopopular que MISTERIOSAMENTE no funciona. El vídeo es como si hoy Sáenz de Santamaría fuera una diputada del PSOE despotricando contra la reforma laboral del PP (salvo en lo del talante). Una prueba más que en este país nos gobierna una misma mafia llamada PPSOE (con dos familias que se reparten el pastel).
La siguiente ruta es ideal para aquellos que ya han cogido la bicicleta por el carril bici de Sevilla y les gustaría iniciarse en eso de salir fuera de la ciudad, pero a un nivel muy muy básico y accesible para cualquiera. Si éste es tu caso y estás buscando la ruta más fácil y corta para salir de Sevilla, el siguiente artículo está pensado para ti. Cada tres pedaladas, me bajaba a hacer una foto, y voy a intentar explicar el itinerario con todo el detalle posible, ya que prefiero pecar de exceso, aunque en este caso realmente no son necesarias tantas explicaciones. Simplemente es para que cojas confianza y sepas de antemano lo que te vas a encontrar. La ruta es tan fácil que he visto a familias enteras, con niños pequeños, hacerla sin problema y con toda la tranquilidad del mundo. También he visto chicas solas y, por supuesto, gente que prefiere hacerla andando o corriendo, ya que su longitud lo permite perfectamente hasta al senderista más sedentario. Lo dicho, no dependéis de nadie para hacer la ruta y todos la podéis hacer. Pero si pensáis hacerla en bici, antes que nada unos consejos y requisitos.
Hay que llevar casco. Imprescindible. Siempre. La seguridad es lo primero, y los venden muy baratitos en el Decathlon o en cualquier tienda de deportes o de ciclismo. Aunque la ruta es más fácil que hacer la O con un canuto, esta medida de seguridad nunca ha de faltar.
Mejor con bicicleta de montaña. Pero si dispones de otro tipo, por ejemplo una híbrida, también vale. Para demostrarlo, tengo intención de hacer la ruta con una Sevici. Ya os contaré.
Evitad hacer la ruta si ha llovido recientemente. El firme suele estar bastante bien, pero cuando llueve mucho se forma fango y podéis tener algún que otro problemilla.
Iniciad la ruta con al menos dos horas de luz. Es decir, que si el sol se pone a eso de las 19:00, no salgáis después de las 17:00, al menos la primera vez. Aunque la ruta tiene una duración aproximada de una hora, puede ser que pinchéis y tengáis que volver andando. Id siempre con tiempo de sobra y sin agobios. De día es una zona absolutamente tranquila y muy segura, pero no me gustaría que se me hiciera de noche por ahí.
No os embaléis. Especialmente las primeras veces que hagáis la ruta. Empezad poco a poco, con tranquilidad. Si queréis esprintar, dejadlo para la vuelta.
Acompañado, mejor. Aunque no es en absoluto necesario y no tenéis que depender de nadie, si es la primera vez que salís y podéis hacerlo en compañía, mucho mejor.
Llevad algo de agua, especialmente si es verano. Una horita de ejercicio con algo de calor hace que nos venga de perlas un traguito de agua fresca a partir de la mitad del camino.
Aquí tenéis el mapa de la ruta completa. Comienza en Torretriana y termina también allí, ya que es de ida y vuelta. Hasta aquí podéis llegar por carril bici tanto desde el sur como desde el norte de la ciudad. A continuación podéis ver el sitio exacto desde donde partiremos en dirección al río.
A los pocos metros de empezar entramos en un túnel cuesta abajo que da acceso a una zona de parking en la ribera. A partir de aquí, todo el trayecto será por carril bici o carril forestal, evitando totalmente el tráfico rodado. Torcemos a la izquierda buscando el puente que cruza el río.
Cruzamos por el puente. Ya en la otra orilla, vemos un cartel donde pone “Corredor Verde del Área Metropolitana de Sevilla”.
Aquí tendremos que desviarnos a la derecha, y luego otra vez a la derecha, buscando el camino que transcurre paralelo y pegado al río. A la derecha de la siguiente foto vemos el cartel al que nos referíamos en la foto anterior.
Llegamos al carril paralelo al río, en dirección San Juan de Aznalfarache - Gelves. El río está a nuestra izquierda. A partir de aquí, la regla será coger siempre la parte del camino que vaya hacia la izquierda, yendo lo más pegados al río posible (sin caernos en él). Como podéis observar, el firme del terreno está muy bien.
A veces desde el camino apenas se ve el río, por los árboles de ribera que hay ambos lados del camino, pero en general el camino no se separa del agua más de 15 o 20 metros como mucho.
Aquí nos encontramos con la primera barrera del camino. No pasa nada. Subimos la pequeña cuestecita y la bordeamos por la parte izquierda.
Pasando la barrera llegamos al paseo de ribera de San Juan Aznalfarache. Aquí cogemos el carril bici pintado en verde que hay a la derecha. Aunque es una excepción a la regla de coger siempre el camino de la izquierda, al final se une con el carril bici, así que como vosotros queráis.
Unos 300 metros más allá termina el carril bici. Tomaremos el sendero de la izquierda, bajando una pequeña cuesta.
Más adelante, nos encontramos otra bifurcación, tomando nuevamente el carril de la izquierda.
De nuevo, nos volvemos a encontrar otra barrera, y otra vez la bordeamos.
Pasada la anterior barrera nos encontramos con esto y nos pasamos cuando podamos al carril que continúa por la derecha.
Llegamos a las afueras de Gelves. Aquí hay una bifurcación y otra vez cogemos la vía de la izquierda.
Estamos llegando al final. Ya sólo queda atravesar este campo en dirección a la ITV de Gelves.
Ahora, en lugar del kiosko de la izquierda, hay unos huertos hurbanos
Final del trayecto de ida. Desde aquí se ve por dónde hemos llegado. Ahora vuelta atrás por el mismo camino.
Yo hice la ruta entera que, entre ida y vuelta, son 13 kms. en 40 minutos, yendo tranquilo. Quiere decirse que a ritmo de "primer día que salgo, voy pisando huevos" podéis tardar tirando por lo alto 1 hora. Ideal para hacer un poco de ejercicio moderado e iniciarse en las salidas en bici fuera de la ciudad.